A pesar de ser un país azotado por una historia muy difícil, es un destino que se ha ganado un lugar en el corazón de los viajeros apasionados de Asia no sólo por su patrimonio cultural sino por la amabilidad y hospitalidad de un pueblo siempre sonriente a pesar de su turbulenta historia. Su capital es serenidad y encanto donde podemos descubrir el majestuoso conjunto del Palacio Imperial con vistas al mítico río Mekong, mientras que el complejo de templos en plena jungla de Angkor es, sin lugar a dudas, una de las maravillas arquitectónicas del mundo.
El imponente Río Mekong atraviesa el país de norte a sur, mientras que las planicies centrales de la muy fértil cuenca Mekong-Tonlé es el área más poblada. Rodeada por Vietnam, Laos y Tailandia, Camboya tiene atractivos únicos, incluyendo el Tonlé Sap (Gran Lago), las montañas Elefante y Cardamomo al suroeste, y las montañas Dangkrek a lo largo de la frontera con Tailandia. La cultura del Imperio Jemer está muy presente en todo el país.