
Kenia:
Kenia es la cuna de los safaris, la amplia variedad de animales salvajes la convierten en el lugar ideal para los aficionados a este tipo de aventuras. La diversidad de paisajes, la cultura y su fauna salvaje permiten que todos los viajeros encuentren su sitio en Kenia. En su capital, la cosmopolita Nairobi, se pueden visitar algunos lugares de interés como el Museo Nacional, el Museo de las Serpientes y el Archivo Nacional; en sus alrededores se encuentra el Parque Nacional de Nairobi, la que puede ser una excelente toma de contacto con la naturaleza Keniata.
Más alejado de la capital, se puede visitar el Parque Nacional de Aberdare, el más elevado del continente y en el que además de ver las cataratas de Gura, podrás disfrutar de contemplar elefantes, antílopes, cebras, jirafas, etc. El Monte Kenia, con más de 5.000 metros, es un gran reclamo para los alpinistas. Este monte, el segundo más alto de África después del Kilimanjaro, se encuentra dentro del Parque Nacional del Monte Kenia, declarado Patrimonio de la Humanidad, rodeado de una espesa vegetación.
La diversidad de tribus es otra de las joyas del país, para conocer la cultura Samburu, nada mejor que visitar la Reserva Nacional Samburu. Se trata de una tribu nómada de origen paranilótico que comparte casi toda su cultura con los Masai. Este parque es un pequeño oasis de vida silvestre en medio de la sabana casi desértica del norte de Kenia. En el lago Nakuro habitan cientos de flamencos rosados, un espectáculo digno de ver. Aunque está en la vecina Tanzania las vistas del Kilimanjaro son el mayor de los reclamos del Parque Nacional de Amboseli. El Kilimanjaro con cerca de 6.000 metros de altura, es la montaña más alta de África. En este parque, hay una abundante población de elefantes. Si se va dirección este, se puede encontrar la reserva natural Masai Mara, el espacio protegido más conocido de Kenia. Los leones son los protagonistas en esta reserva que incluye parte del Parque Nacional del Serengueti.